sábado, 22 de mayo de 2010

BUSCANDO LA LUZ



Hace dos años emprendí un camino que aun sigo recorriendo, buscando la luz.

En ese zigzagueante camino voy aprendiendo a calmar mis dolores, enfrentarme a mis miedos y limitaciones. El resultado de estos dos últimos años ha dado lugar a un cuadro de tenues luces y obscuras penumbras.
Y ahora toca cerrar una puerta y abrir otra. Llega el cruce de caminos y hago balance del espacio recorrido, de las experiencias acumuladas, de la gente que he conocido, de sus historias, de las mías y sólo me atrevo a decir que hay que seguir caminando, siempre con las botas puestas. No nos queda otra.

Una mirada a los negativos y el resultado es un autorretrato que me cuesta reconocer pero que no miente. En esos lugares estuve yo, son parte de mi historia. La gente retratada también, cada cual ocupando su papel en este caótico guión.

Hace dos años emprendí un camino que aun sigo recorriendo, buscando la luz.

Sin embargo, ahora soy consciente que ese camino comenzó mucho tiempo antes y que las luces y las sombras siempre me han acompañado y así seguirán, en este inconcluso peregrinaje que comencé, ahora si, hace treinta y tantos años.

En cuanto a cerrar ciertas puertas, a veces hay que hacerlo, pero estando seguro de dejar ventilado lo que dejas atrás, por si debes volver a abrirlas algún día.

(Mientras tanto, sigo escuchando el Try for sleep, de Van Morrison).

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