Éste es el punto esencial y el motivo por el que muy probablemente nunca tendrás éxito en la vida: primero hay que conocerte antes de creerte, y esto requiere tiempo. La primera impresión, que es la que asegura el éxito, te fallará siempre, mas no por ello perderás la calma.No te amará mucha gente, pero entre ellos habrá unos cuantos que lo esperarán todo de ti.Aquellos a quienes gustes serán personas sencillas y buenas, pues tu simpleza puede ir muy lejos. Hay en ti cierta simpleza, cierta irresponsabilidad y, ¿cómo lo diría?, cierta indolencia pueril. Y esto ofenderá a muchos: te llamarán desvergonzado y tendrás muchos enemigos zafios que te juzgarán apresuradamente y te harán pasar las de Caín. Sin embargo, jamás sentirá miedo. Los otros te parecerán unos patanes y tú serás un desvergonzado para ellos. Esto dará lugar a muchos roces: ¡ten cuidado!.
En una reunión bien concurrida donde lo importante es manifestarse y agradar lanzando parrafadas brillantes, tú permanecerás siempre mudo porque no tendrás ganas de abrir la boca entre tanto charlatán inútil (...).
Robert Walser
Los hermanos Tanner