jueves, 28 de junio de 2012

LA ISLA INVISIBLE

Cada tarde poco antes de la caída del sol, me acerco a caminar bordeando
 el río que pasa no muy lejos de casa.
 Un puente me conduce a un pequeño espacio de tierra rodeado de agua
 que llaman “La Isla”,
Me atrae este lugar por ser uno de esos territorios donde sientes cuando te vas acercando,
 que estás habitando un espacio y un tiempo distintos.
Es un lugar misterioso y cuando lo visitas te concede un don: el de la escucha.




Observar,
      andar
              y
                dejarse llevar por los pies. 
                   Es un juego que uno sólo aprende si no sabe a dónde va.
Caminar para sentir no sólo esa realidad aparente que los ojos ven,
 sino la que se esconde detrás de lo ya mirado.
 Al pisar con los ojos, uno está abierto a lo que acontece,
 haciendo un camino hacia algún lugar cercano pero a la vez desconocido y oculto.
 Es necesario intuirlo en la planta de tus pies, como en una especie de revivir
 lo ya experimentado, abrirme a una mirada lúcida de lo que me es cotidiano.


La isla invisible
Javier Celán.

Todas las fotografías y el texto aquí publicado  pertenecen a Javier Celán.
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miércoles, 27 de junio de 2012

GRAN VIA


lunes, 25 de junio de 2012

sábado, 9 de junio de 2012

EL VALOR DEL TIEMPO

Hijo mio, tomas demasiado en serio al viejo Goethe. A los viejos, que ya se han muerto, no se les puede tomar en serio, eso sería no hacerles justicia. A nosotros los inmortales no nos gusta que se nos tome en serio, nos gusta la broma. La seriedad joven, es cosa del tiempo; se produce, esto por lo menos quiero revelártelo, se produce por una hiperestimación del tiempo. También yo estimé demasiado en mis días el valor del tiempo, por eso quería llegar a los cien años. En la eternidad, sin embargo, no hay tiempo, como ves: la eternidad es sólo un instante, lo suficientemente largo para una broma.

El lobo estepario.
Hermann Hesse

martes, 5 de junio de 2012