sábado, 4 de septiembre de 2010

GRACIELA ITURBIDE

Graciela Iturbide nació en México en 1942 dentro de una familia burguesa. Ella es la mayor de una familia de 13 hijos. Estudió en un convento y a los 20 años, en 1962, se casó con el arquitecto Manuel Rocha, con quien tuvo tres hijos. En 1969 estudió en el Centro de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y realizó una película sobre el pintor mexicano José Luis Cuevas. 
En 1970, tras la súbita muerte de su pequeña hija de seis años, inició una búsqueda interior que le hizo descubrir la fotografía. Mencionó alguna vez que cuando perdió a su hija Claudia, se obsesionó por el deseo de fotografiar la muerte. La imagen al pie de estas lineas fue, según la fotógrafa, una señal. Dice que la muerte se le presentó de esta manera, en un cementerio, para que la fotografiase. Desde entonces, era 1979, Graciela Iturbide aparcó su obsesión por la muerte, que no el tema.
 
Al iniciar la década de los años 70, Graciela fue asistente del célebre fotógrafo Manuel Álvarez Bravo durante un año y medio. Graciela era la única alumna del maestro mexicano. Con él aprendió el poder de la literatura en la fotografía y a buscar pacientemente la fotografía:
Con la cámara interpretas la realidad. La fotografía no enseña  la verdad con mayúsculas. El fotógrafo interpreta dicha realidad,  y sobre todo, construye su propio mundo de acuerdo con sus experiencias y emociones vitales. En ocasiones es complicado porque se crea una especie de locura  dual, esquizofrenica diría.
Sin la cámara, ves el mundo de una manera distinta a como la ves  con ella...
Sus imágenes sintetizan una búsqueda de sus orígenes a través de fotografiar los pueblos indígenas de México y del sur de Estados Unidos. De esa perenne peregrinación  surgieron trabajos como El barrio del Chorrio, un acercamiento al Panamá del general Torrijos, lo que le valió ganar el preciado premio Eugene Smith, en 1975.
Durante 1979 realiza un viaje a la zona de Oaxaca que daría lugar a la publicación del libro Juchitán de las mujeres, una visión de la cultura zapoteca. En esa misma época, Graciela Iturbide estuvo en el desierto de Sonora con los indios Seris, donde realizo fabulosas imágenes del norte y publicó un libro llamado Los que viven en la arena. 
En estos últimos años, la fotógrafa mexicana ha realizado múltiples exposiciones, libros y trabajos, entre ellos el dedicado a la ciudad de Roma, de la que se publicó un libro y una exposición, en 2006. 
En el año 2009, dentro del festival Phe 09, la Fundación Mapfre realizó una exposición retrospectiva de sus cuarenta años en el mundo de la  fotografía. Una fabulosa manera de acercarse al trabajo de la que es, sin duda, referencia obligada de la fotografía contemporánea.