viernes, 30 de julio de 2010

LA POSADA DEL PEINE

La luz irrumpió en la habitación del mismo modo que una inesperada visita en una resacosa mañana de domingo: molestando. La noche se había alargado más de lo normal, a decir verdad, unos cuantos años de obscura niebla habían inundado las esperanzas del tipo que ahora yacía inconsciente entre las enmarañadas sabanas salpicadas de secos restos parduzcos. Las manchas se asemejaban a las piezas de un puzle inacabado y tejían sobre la azulada superficie de la sabana un extenso archipiélago de otrora volcánicas islas en ebullición.

La ventana del infecto cuartucho permanecía completamente abierta, dando la bienvenida a las primeras luces del día, que caían a bocajarro sobre todo lo que allí encontraban. Sin jerarquías, ni distinciones, sin hacer preguntas, la luz tocaba de un cálido dorado lo que aún se mantenía en pie de la pasada noche. Una botella de Bourbon se erguía ufana por encima de dos vasos vacios, todavía ebrios de los vapores nocturnos. Una solitaria llave y un cenicero lleno de rugosas colillas terminaban por engalanar la vetusta mesilla de noche que ya pedía una honrosa retirada después de tantos años se mudo servicio.

Solamente el sonido de unos tacones rompía la quietud que reinaba entre las cuatro paredes de la habitación. Sonaban acelerados, inquietos, ávidos por pisar la calle después de haber permanecido huérfanos toda la noche. Y aunque esta rutina formaba parte de su día a día aún no se habían acostumbrado a la soledad de dormir solos, si bien a menudo compartían pie de cama con anónimos zapatos de lo más variados estilos.

El repiqueteo de los tacones ceso unos segundos, el tiempo necesario para encender un cigarrillo, inhalar una bocanada del rubio americano y disfrutar del primer pitillo del día. El postre llegaría más tarde, en La posada del peine, su particular farmacia de guardia, donde el tío Eulogio la suministraría la medicina necesaria para aguantar un día más sin preguntarse qué cojones estaba haciendo con su vida. Lorena, la morena tía buena, como la conocían en La Posada los habituales del lugar, apenas si había cumplido los veinte años y ya arrastraba a sus espaldas las consecuencias de una azarosa vida nómada y solitaria. No siempre fue así, se repetía ahora mientras apuraba las últimas caladas del tembloroso pitillo…

Se estaba haciendo tarde. Miro furtivamente al tipo de la cama. No se acordaba de su nombre ni de la historia que la había contado la noche pasada, entre copa y copa, entre jadeos y mentiras. Siempre historias tristes, adornadas con silencios y miradas perdidas.
Volvieron a sonar los tacones por la habitación y esta vez redoblaban en alegría al verse frente a la puerta por la que habían entrado la noche pasada junto a otros zapatos de dudosa horma y condición. Ya fuera de la habitación, la joven sólo tuvo que empujar la puerta quedamente y volver a cruzar el angosto pasillo de desnudas paredes macilentas. Atrás quedaba para siempre la habitación 126 y un tipo sin nombre duchado en alcohol y cocaína.
Los tacones pisaron de nuevo la calle, Lorena volvió a La posada del peine y frente a un muro se chuto la última receta, mientras las cada vez más recurrentes nauseas constreñían su abdomen con fuertes dolores.
Los tacones descansaban en una bolsa de supermercado, soñolientos, a la espera de ser enfundados esa misma noche. Con un poco de suerte, pensaban, quizá encontrasen unos buenos zapatos con los que olvidar agravios pasados…

martes, 27 de julio de 2010

LUCES QUE ILUMINAN MI INTERIOR

Llevo poco tiempo en Madrid, apenas dos semanas desde que deje Bilbao. Ahora toca redescubrir la ciudad que me acogio durante siete años y volver a empezar casi desde el principio. Una nueva aventura en muchos aspectos, como en el ámbito profesional, donde aún no tengo nocion alguna de lo que me deparará el futuro.

A parte de esto, es curioso que una de las primeras cosas en las que me fijo al llegar a un sitio (en este caso, la casa donde voy a vivir) es el tipo de luz que se refleja en cada rincón de las habitaciones y espacios que constituyen la vivienda. 
                                              
10:00h.
 Preparándome el desayuno, la intensa luz de la mañana entra por la ventana, incidiendo sobre la lampara halógena del techo.
18:00h.
La mayoría de las tardes las paso en casa, leyendo, echando la siesta o pensando en las musarañas. En esta ocasión tenía la cámara a mi lado y sólo tuve que disparar .
24:00h.
La mejor hora del día, al menos en verano.La temperatura baja unos grados y es el  momento de abrir las ventanas para que entre un poco de aire.La mayoría de las fotografías las hago con la luz que entra desde el exterior, luces que iluminan la casa, de fuera hacia dentro, creando atmósferas sugerentes como ésta.

viernes, 23 de julio de 2010

HIMNOS



Uno de los grandes grupos que surgieron a mediados de los años 80 fue Guns n´Roses. Sacaron un disco, Appetite for Destruction cuyas letras eran directas y sin concisiones y las guitarras sonaban salvajes. La mala leche y la rabia de sus canciones te dejaba extasiado y al final del disco (lo tengo en vinilo, con su carátula original) sólo te quedaba resoplar y añadir un sonoro ¡joder! como si acabases de tener el mejor orgasmo de tu vida. ¡¡Puro Rock n Roll!!

Con los años  Axl Rose, Slash, Duff, Steve  e Izzy Stradlin( el mejor compositor del grupo) se hicieron ricos, famosos y ya no se aguantaban entre ellos. Las estrellas se estrellaron y su luz se apagó.

Aún así nos dejaron grandes canciones, entre ellas este Paradise City tocado en la sala Ritz de Nueva York (1988). Os recomiendo este concierto, porque aquí estan los Gunners en su estado más puro.

viernes, 9 de julio de 2010

NEAR THE EGRESS

Antes de ver el video seguid estos pasos: 

1º. Visionar el video a pantalla completa.
2º. El volumen alto.
3º. Luces fuera.
4º. ¡Acción!

¡Disfrutadlo! Vale la pena ...





Antonio Martinez creo Near the Egress a partir de cientos de rollos de película 35mm en blanco y negro, modernos ferrotipos y un ingente trabajo de escanedo digital para crear uno de los audiovisuales más alucinantes que he visto en mi vida aplicando diferentes técnicas fotográficas.

El objetivo de Antonio Martínez era recrear los recuerdos infantiles que tenia del circo desde la visión de una persona ya adulta.

Este trabajo lo comenzó el año 2005 y terminó a comienzos del 2009 con la introcducción de las partes sonoras, para lo que contó con la  ayuda del técnico de sonido Ramah (Malebranche) Jihan y su asistente, Sarah (Lathrop) Midkiff.

Para los interesados en comprar este audiovisual, lo podéis hacer a través de Google. Su precio para España está rondando los 40 euros.

miércoles, 7 de julio de 2010

EL NIÑO QUE SOÑABA DESPIERTO

Los juguetes nos recuerdan que un día fuimos niños. También sufren el mismo proceso de erosión que nuestras vidas y muchas veces corren suertes parejas. Desaparecen una vez dejamos de interesarnos por ellos, bien porque sufrimos de la mal entendida madurez y los relegamos al olvido de manera consciente, o por ser un objeto más del que antes o después nos desharemos para dejar espacio a otro  que ocupará su sitio en el trastero .


En cualquier caso, mi caballo negro de ojos verdes y blanca crin sigue esperando en el ático mejores tiempos en los que volver a trotar por las infinitas praderas del oeste. Mi fiel caballo siempre se ceñía al papel que cada día le asignaba su caprichoso jinete. Un día era un bravo caballo indio, otro un corcel que se batía en un torneo medieval o iba en retirada tras apoderarse del botín de la diligencia... aventuras vividas en los escasos metros de la sala donde yo pasé mi infancia.


Nunca me paré a pensar en darle de comer, vacunarle, desparasitarle o ponerle el chip equino(¿...?). Tampoco de buscar un establo donde descansar de sus correrías ni de una caravana donde transportarle de aventura en aventura. Sin contar las clases de equitación, el equipamiento adecuado y otro tipo de gastos que a fecha de hoy me sumirían en un mar de facturas y quebraderos de cabeza.

Cuando  era niño mi caballo y yo  recorríamos el mundo por tierra, mar y aire porque mi bello caballo negro también volaba y trotaba sobre las aguas como tocado por un poder divino...
Si, un día fui niño y soñaba despierto. La madurez aparcó en el trastero mi infancia y cerró bajo llave mi imaginación, esa clase de maravillosa ensoñación que me dejaba viajar sin equipaje y de la que siempre volvía cargado de maravillosas historias y aventuras.

domingo, 4 de julio de 2010

22:30 h.

Hace unos pocos minutos que mi padre se ha acostado. Sus párpados se han ido  cerrando desde tempranas horas de la tarde. Va cayendo el sol y en la calle el otrora bullicio de los coches y transeúntes deja paso a las rezagadas voces de una tarde estival y al chirriante sonido de las últimas persianas que indican el final de la jornada comercial. 

 

Hace unos pocos minutos, como iba diciendo, mi padre se ha acostado. Le he ayudado ha levantarse del sofá donde ha pasado buena parte de la tarde dormido. Aun con los ojos cerrados y sin apenas equilibrio se agarra a mi cintura y durante unos segundos permanece inmóvil, recostando su cabeza sobre mi pecho. Es entonces cuando los papeles de padre e hijo parecen invertirse y es en ese mismo instante cuando una sensacion de cariño y desasosiego rompe dentro de mí...

Otro día más.

viernes, 2 de julio de 2010

ROGER BALLEN

Desde el primer momento en que vi las fotografías de Roger Ballen supe que su trabajo me iba a gustar. Así fue y hoy es el día en que lo considero como uno de los autores que más me motivan en el panorama actual de la fotografía.
Los primeros trabajos de Roger Ballen se desarrollan en un campo más documental y ya se observaba por entonces su predilección por mostrar un trabajo con más transfondo que el mero documento visual. Sus imagenes obligan al espectador a hacerse preguntas más allá de lo meramente mostrado y eso es todo un éxito si hablamos de la fotografía como elemento agitador. 
A partir de los años 90 sus trabajos dejan la vertiente más documental y se redirigen hacia un campo más personal pero sin desvincularse por completo del documentalismo. Sus fotografías, inquietantes y directas compaginan lo real con lo ficticio.
Las preguntas que yo me hago después de ver sus trabajos son mayores que las respuestas que consigo obtener tras un rápido acercamiento a su obra. Y eso me gusta. De su trabajo Roger Ballen dice lo siguiente:

Mi trabajo tiene una orientación muy psicológica. La gente mira mis fotos con detenimiento y un comentario común es que tratan sobre la oscuridad. Mi comentario es que para poder ver la luz necesitas entender la oscuridad, así que si ves oscuridad y las fotos te están de alguna manera molestando, probablemente sea algo bueno.